miércoles, octubre 27, 2010

¿Sentencia "contra" el catalán o "contra" la exclusión del castellano?

La caverna nacionalista ha puesto sus motores al máximo. Y la batalla por la igualdad y el bilingüismo estará perdida mientras no haya unos mensajes, de ámbito estrictamente catalán, que contrarresten este bombardeo mediático. Si la respuesta viene "desde Madrid" siempre será achacado a reacción españolista (y más cuando esa respuesta se hace desde foros en que conviven con verdaderos españolistas y/o ultraconservadores).

Las radios, diarios y políticos del país están lanzando el mensaje de que la sentencia (que es sólo cautelar) del TSJC que anula siete artículos que excluían el uso del castellano en el ayuntamiento de Barcelona. En absoluto la sentencia va contra el catalán. Dicho de otra manera, era la norma la que iba contra el castellano y lo que deja en evidencia la sentencia es que el PSC (junto a ERC, IC y CiU) trabaja para la exclusión institucional del castellano (con la esperanza de que esa exclusión institucional se convierta con el tiempo en una ausencia social).

El problema, es que ni que la sentencia se haga firme, la realidad hoy día es tal, que en la práctica no tendrá consecuencias. Ya están diciendo, con toda la tranquilidad del mundo (esto aquí pasa por normal) que no la cumplirán. Y la realidad es que no hay manera material de hacerla cumplir. Pasa como en el Parlament, son oficiales ambas lenguas, pero la realidad es que, no es como en la calle, sólo se usa una. No es cada diputado que se expresa en su propia lengua, sino que la consigna (explícita o no) es que sólo se debe usar el catalán. Esto incluso sucede con los diputados del PP. Únicamente C's ha roto de momento esta inercia. La pérdida de esa voz discordante sería irreparable en la Catalunya de hoy día.

CiU pide a Hereu que recurra y defienda con coraje el uso del catalán en el Ayuntamiento
Bernat Joan (Secretari de Política Lingüística) “Hi ha un dèficit democràtic”
El TSJC suspende cautelarmente artículos sobre el uso del catalán en el Ayuntamiento de Barcelona
El catalán retrocede
El PPC jalea un varapalo judicial al uso institucional del catalán
Montilla lamenta las "feroces" campañas contra el catalán desde Madrid

miércoles, octubre 20, 2010

El PSC reniega, en elecciones, de las "multas lingüísticas"

Realmente, la ansiosa búsqueda del voto de sensibilidad no-nacionalista por parte del PSC, grupo que en su gobierno se ha caracterizado precisamente por su nacionalismo de élites, empieza a caer en lo grotesco.
Lo último, el PSC ahora rechaza las “multas lingüísticas”, y así lo dice su programa: "Trabajaremos desde el fomento, no desde la coacción ni el enfrentamiento. Las sanciones no son una buena práctica para una política lingüística en positivo".

Curiosos los subterfugios que ha de usar el PSC de Montilla para que sus votantes crean que defiende la libertad lingüística y el bilingüismo y que no se chirríe con la realidad de su gobierno. El problema es que Montilla hace tarde. La gente está muy desinformada y es poco analítica, pero tampoco es tonta. Sólo hay que recordar que es el sr. Montilla, en este mismo agosto, es quien ha endurecido las sanciones a los comerciantes que no utilice el catalán en sus comunicaciones -orales o escritas- con los clientes, hasta los 100.000 euros y hasta el millón de euros en caso de reincidencia.

El sueño del PSC sería una amnesia general, que hiciese olvidar que eran ellos los nacionalistas que gobernaban hasta hoy, después las elecciones, en las cuales podrían plagiar los programas de Ciutadans o UPyD, y una nueva amnesia para seguir cumpliendo con su función de ingeniería social nacionalista de “construcció nacional” desde el poder.

Recordemos cómo en 1998, por poner un ejemplo, el PSC se opuso a la iniciativa del govern Pujol que pretendía introducir una cuota del 25% de doblaje en catalán obligatorio. Entonces Narcís Serra acusaba a los convergentes de ir “en contra de los intereses de Catalunya y de la convivencia, creando un conflicto entre las dos lenguas”. Este año el PSC aprobó una ley de cuotas, no con el 25%, sino con el 50% obligatorio.

Montilla reniega de las multas lingüísticas en su programa electoral

Llei del Codi de Consum
El Govern aprueba la ley que impone el doblaje al catalán del 50% del cine

viernes, octubre 15, 2010

PSC, hay que llegar al castellanoparlante en elecciones, en Sanidad no importa.

Está muy bien este afán que le ha dado ahora por el castellano. Pero extraña que ahora el PSC, según su jefe de campaña, Jaume Collboni no entienda ciertas cosas:
"No entendemos que sea un problema hacer un 'cara a cara' en castellano. Forma parte de la normalidad y es coherente querer llegar al máximo de gente, también a quienes se informan en castellano"
O sea, que es importante llegar al máximo de gente, para ver si en lugar de quedarse en casa le votan a ellos, pero no, por poner un sólo ejemplo, (llevan 8 años gobernando) para llegar a la gente en servicios tan imprescindibles como la sanidad. Ahí, la web de la Generalitat, l'Institut Català de Salut, a día de hoy, no existe en castellano. Tal web sirve, por ejemplo, para informarte sobre enfermedades, nuevos tratamientos, consejos sanitarios, o para programar visitas, elegir o cambiar de médico, ubicar centros, etc...

Por otro lado la Ministra del PSC, Carme Chacón, se nos ha vuelto ultra-constitucionalista (sí, sí, después de estos años de "desafección" y guerra con el Constitucional a causa del Estatut) y asegura "que Catalunya no está para aventuras inconstitucionales". Nadie lo diría.

viernes, octubre 08, 2010

Montilla quiere un debate en castellano.

El bilingüismo, ese olvidado por la Generalitat del PSC (o los ayuntamientos) resulta que existe, sale a relucir, cuando hay elecciones. Montilla quiere un debate con Artur Mas en castellano y en un medio con una "audiencia complementaria", según dicen. ¿Quién es esa audiencia? ¿y por qué esa audiencia es sistemáticamente excluida hasta el momento en que llegan elecciones?

Se habla a veces de la "doble alma" del PSC, la "catalanista" (entiéndase "nacionalista") y la no-catalanista. Eso puede ser verdad si esa distinción coincide con la de las "cúpulas" del partido (nacionalismo burgués) y las bases. Pero en cuanto partido orgánico, en su dirección, esa "doble alma" sólo se diferencia en un partido nacionalista en todo momento que intenta disimularlo y acudir al electorado no-nacionalista en época electoral.


Charnego, Montilla se acuerda de tu voto.
La Vanguardia
El Periódico

lunes, octubre 04, 2010

Margarit y su patético "acento".

Margarit, en el pregón de la Fiesta Mayor de Barcelona, lanzó un pequeño mensaje para "charnegos no integrados" hablando de su estancia en Tenerife:

«Llavors vaig poder entendre que quan arribes a una terra, a una ciutat que no és la teva i t’hi acabes guanyant la vida i progressant, hi ha una alegria profunda en tractar d’integrar-te, de ser un més entre la seva gent. Un dels orgulls de la meva vida és com vaig assolir de parlar de seguida el castellà de les illes, amb els seus peculiars girs, vocabulari i accent. A ningú que em coneixia li passava pel cap que jo no fos tinerfeño. A partir d’aquella experiència vaig entendre la importància de penetrar el més profundament possible en la llengua i la cultura del lloc que t’acull. No fer-ho és una actitud de menyspreu de conseqüències negatives en primer lloc per a la mateixa persona que la practica. Indica una feblesa interior que necessita emparar-se en una brutalitat exterior».

Está claro, Margarit como ejemplo del nacionalista, sólo concibe la convivencia en la uniformidad, la convivencia de seres plurales le parece un imposible. No se entiende qué valor habría de tener la "tolerancia" en el momento en que todos fuésemos iguales. La convivencia, la tolerancia, precisamente tienen valor cuando es en el respeto de las diferencias de cada uno, el afán por homogeneizarse es, además de patético y despersonalizador, algo que deja sin sentido la necesidad de respeto y la convivencia.

Lo que es de risa es el esfuerzo que describe Margarit por copiar el "acento" tinerceño. Sencillamente es patético copiar el acento del sitio donde uno está para buscar la aceptación. El acento se puede "pegar" con los años y eso es lo natural, pero además se puede pegar mezclado con otros acentos adquiridos durante el curso de una vida, y eso nos puede dar un acento único e irrepetible, identificador de uno mismo que vale más que mil malas imitaciones de falsos acentos.

Pero hay otra falacia en este fragmento, si cabe más grave. Dice Margarit que uno se ha de "asimilar" al lugar donde vive, dando por hecho que la "asimilación" en Catalunya ha de ser en catalán. Vuelve lo de la lengua catalana como si fuese la "natural", la propia que hablan los árboles y los pájaros. Pues no, señor Margarit, yo no pido la "asimilación" de nadie. No necesito que nadie copie mi acento de "charnego", cocido de mil puertos y el último y más importante, Catalunya. Pero si alguien quiere "asimilarse" o "integrarse" (como dicen los nacionalistas) en Catalunya tiene dos opciones. La "forma de ser" mayoritaria, de los catalanes, por cierto, sería en castellano.


Viene de: La cohesión monolingüe; Margarit, como ejemplo.

viernes, octubre 01, 2010

La cohesión monolingüe; Margarit, como ejemplo.


Dejando de lado la polémica suscitada porque Joan Margarit haya aprovechado ser el pregonero de "la Mercè" -que se supone que ha de ser un mensaje compartido por todos los barceloneses- para dar una arenga independentista (del mismo modo podía haber aprovechado para dar un miting defendiendo a su partido político preferido), creo que Margarit ha dicho cosas mucho más graves, que no por que empiecen a ser tan habituales y asumidas, deberíamos pasar por alto.

Margarit ha reincidido en el mensaje de exclusión de intentar crear una única "lengua común" acabando con el bilingüismo, y que convierte a los catalanes castellanoparlantes en "descohesionadores" de la sociedad: «avui l’únic que ens pot unir a tots –vinguem de la llengua que vinguem- és una Catalunya en català.»

La pregunta sería, si esa función no la puede hacer el castellano (es de hecho la lengua que la hace en la realidad, lejos de las fantasías nacionalistas) o si, como debiera, no la hacen ambas lenguas. Por que parece que el bilingüismo social tenga que traer una sociedad descohesionada, cuando la realidad demuestra que no es así, lo vemos día a día.
Y después de todo, si una sociedad cohesionada ha de pasar por la intolerancia lingüística...¿qué forma de cohesión es esa? ¿la de la imposición y el pegamento?. La gracia de la cohesión está precisamente en que se haga desde el respeto mutuo de nuestras diferencias, si estamos cohesionados porque hay un pensamiento único, porque no hay pluralidad, maldita la gracia de la cohesión.

No deja de ser curioso que quien opte por esa "cohesión monolingüe" luego refiera peyorativamente a «aquella Espanya de las “unidades de destino”, de la “irrenunciable unidad de la patria”. ¿Es mejor una "unitat de destí" o la "irrenunciable cohesió de la Nació"?

El lunes continúo con otro momento de su discurso, como veremos, "patético".