viernes, junio 11, 2010

La "construcció nacional" de la Sociovergència y sus cloacas.

Lo que llaman Sociovergència (PSC+CiU) ya existe, ha existido siempre, como se decía con el Barça, son siempre los mismos que se van pasando el porrón. Unas veces estará en manos de unos, otras en la de otros, pero siempre estará en sus manos. Lo decía hace un par de semanas:

La corrupción política en Catalunya es un caso quizá único en el mundo. Los casos de corrupción son "transversales", es decir, las mismas tramas afectan tanto al partido de gobierno como al de la oposición. Tan transversales como el famoso "Editorial conjunto" o como la unanimidad de la "societat civil" catalana. No es casualidad, es el funcionamiento feudal de la sociedad catalana que se mantiene a través de los siglos cambiando las caras y menos los apellidos.

No es sólo el "caso Pretoria" el que involucra tanto a CiU como a PSC, como si se tratase de un sólo partido, también el "caso Palau". En realidad, ambos casos no son más que ramificaciones de un único caso. Todo ello no quiere decir que haya una unanimidad de intereses, todo lo contrario, como en toda gran familia, en su intimidad hay unas luchas de poder y desacuerdos terribles, que incluso pueden llegar a amenazar su estabilidad, pero al final, la ropa sucia se lava en casa. Es lo que pasó con el asunto del "tres por ciento" o con las amenazas de Colominas o Pujol de "tirar de la manta". Ahora, el que se está viendo especialmente con el culo al aire en el caso Millet es el también enredado en el caso Pretoria, Antoni Castells. Dos procesos, por cierto, que se descubren, a pesar de todos los indicios, desde "Madrit".

Resumen de La Voz de Barcelona:

El texto especifica que Millet y Montull hicieron valer ‘de manera especial e intensa, la posición que sus cargos les otorgaban’, así como su posición dentro de la sociedad civil y política catalana, para llegar a los altos responsables del Gobierno autonómico y conseguir la permuta de la calificación entre dos terrenos necesaria para construir el hotel, que finalmente se paralizó.

Castells firmó el convenio de permuta


La operación se remite a finales de 2003, cuando Millet y Montull firmaron una escritura con el Institut de Germans de les Escoles Cristianes por la que la Fundación recibía la propiedad de las fincas adyacentes al Palacio a cambio de realizar obras de restauración en la escuela La Salle Condal de Barcelona. Las fincas del instituto religioso tenían una calificación urbanística que no permitía llevar a cabo el proyecto hotelero, ya que, según el Plan General Metropolitano, eran equipamiento educativo, por lo que era necesaria una recalificación.

Según la querella, Millet y Montull contactaron con Antoni Castells, consejero de Economía y Finanzas, que firmó en marzo de 2006 un convenio administrativo entre la Consejería y la Fundación Orfeón Catalán-Palacio de la Música, en el que se aceptaba una permuta de calificaciones a través de la que los terrenos anexos al Palacio adquirían la condición de uso residencial, mientras que una finca propiedad de la Generalidad situada en las calles Ciudad y Fernando pasaba a calificación de equipamiento.

Según la Fiscalía, antes de la firma del convenio no se realizó el informe jurídico previo y preceptivo por la Asesoría Jurídica de la Consejería para valorar la utilidad de la operación de transferencia de calificaciones. Tampoco consta que se realizara algún informe técnico del departamento autonómico en el que se hiciera referencia a la valoración de la posible pérdida patrimonial que implicaba la permuta. Además, dejaba a cargo de la entidad el establecer la cuantificación de la compensación que recibiría la Generalidad por la pérdida de patrimonio en la permuta.

(...)Fiscalía pedirá que Castells sea citado a declarar como testigo, además de representantes del gobierno municipal de Barcelona ya que, según la Fiscalía, el convenio no era suficiente para conseguir el objetivo de Millet y Montull, y así ‘obtener el beneficio económico que buscaban los querellantes’, por lo que buscaron entonces un convenio a tres bandas, firmado en octubre de 2006 entre Castells, el entonces primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Xavier Casas, y Millet para modificar el Plan General Metropolitano y así hacer efectiva la recalificación.
Según e-noticies:
El Ayuntamiento de Barcelona cerró los ojos
El consistorio únicamente reclamó después de estallar el caso
El Ayuntamiento de Barcelona reaccionó y planteó reclamaciones al Palau de la Música en agosto de 2009, después de que ya había estallado el caso Millet, a pesar de que representantes municipales habían participado en el proceso de recalificación urbanística de la zona del Palau, como mínimo desde el 24 de octubre de 2006.
(...)Añade que Millet y Montull, "a través de contactos directos e indirectos con aquellos [funcionarios y autoridades municipales], consiguieron que finalmente, debido a esta presión (...), el día 10 de abril de 2008 la comisión de urbanismo, infraestructuras y vivienda del Ayuntamiento de Barcelona acordase la aprobación inicial de aquella modificación en los términos de la propuesta que interesaba a los querellados [Fèlix Millet y Jordi Montull]".

La situación se mantuvo hasta que estalló el escándalo, y después, el 13 de agosto de 2009, el gerente de urbanismo del Ayuntamiento ya planteó reclamaciones a la nueva presidenta de la Fundación Orfeò Català-Palau de la Música.

Por otra parte, la fiscalía citará como testigos a Antoni Castells, Ramon García-Bragado, Ramon Massaguer, Carles Martí y Xavier Trias, en este último caso, para que explique si los imputados intentaron contactar con él durante todo este proceso.
Relacionadas: 
Caso Pretoria en "La gran corrupción"

2 comentarios:

Rafael del Barco Carreras dijo...

DECLARACIÓN DEL CONSEJERO DE ECONOMÍA Y FINANZAS ANTONI CASTELLS.
CASO PALAU DE LA MÚSICA DE BARCELONA.

Rafael del Barco Carreras

23-06.10. Ayer se inició el juego de los disparates. Castells demostró su gran capacidad política. Si unas semanas antes, ante su Tele anunciaba la recortada de sueldos públicos achacando la debacle a la maldad de ajenos duendes, ahora de nuevo e impertérrito se proclama, cual Tancredo ante la horca, ajeno al problema, y además virgen.
Se inicia el sainete. Si Félix Millet entra a un juzgado acusado de robar varios millones de euros, se confiesa culpable, y sale tan contento, ahora ya en la cárcel por culpa de otro juzgado, se desesperará pensando que solo él ha traficado con influencias. Él se compraba y vendía a sí mismo las influencias, y tanta influencia tenía que se recalificaba lo que le apetecía. Porque lo de” intento” de “trafico de influencias” y sin que se sepa el “intentado” es un retruécano ininteligible. El teatro del absurdo. ¿O se lo hablaban entre los dos encarcelados, jefe y gerente Jordi Montull, y les gravaron las perversas intenciones y sueños de un refinado hotel ante su feudo, el Palau de la Música? Y si de influencias no las hubo, muchísimo menos nadie participó en el reparto de subvenciones. ¡Este Castells es un genio declarando! Aunque debería ser cuidadoso porque como testigo ante la jueza tiene el deber de decir la verdad y toda la verdad, de lo contrario delinque por falso testimonio.
Además quitándose pulgas, nos ha regalado un nombre, Inmaculada Turu, directora general de Patrimonio de la Generalitat. Y si los sumarios se inician torcidos, la Prensa se suma al jolgorio. Turu sale según tendencias editoriales o de partido. Al parecer no informan sobre la misma comparecencia La Vanguardia, que cita a la Directora, o los de CUATRO para los que no existe ni ella ni fallo alguno. Ver artículos en www.lagrancorrupcion.blogspot.com.
Escribe La Vanguardia; Castells admite errores ante la juez pero descarga responsabilidades en Turu.
Y la Cuatro; que el convenio entre el Palau de la Música y su consellería se hizo con todas las garantías y por descontado, sin ningún trato de favor hacia nadie.
Veremos si en el Ayuntamiento y sus “tráficos de influencias” existe la correspondiente directora general, o algún bedel un poco despistado firmó unas recalificaciones que le correspondían al Pleno. Por el momento la Turu del Ayuntamiento es el segundo del Alcalde Hereu, Carles Martí, ya dimitido por la genialidad de su jefe empeñado en aplicar la Democracia a la remodelación de la Diagonal. Si se tragó ese sapo puede tragarse lo que le echen, siempre y cuando sus emolumentos no disminuyan.
Por los 70 lidiamos Félix Millet y yo, sin conocernos, en las mismas plazas, y con socios parecidos. Por causas muy diferentes acabamos en la misma cárcel, donde tampoco nos conocimos. A él le dictaron fianza a los pocos días, cuestión de “influencias”, a mi TRES AÑOS por la mala fe, ambición e influencias del entonces alcalde Narcís Serra, Javier de la Rosa, Juan Piqué Vidal, Rafael Jiménez de Parga, o Luis Pascual Estevill, ¡influencias compradas y vendidas!
Me preguntaba un íntimo porqué me interesaba este caso, le contesté que también, al igual que el juicio del caso Hacienda, me ayudaba a entender mi vida, y sin género de duda porque forma parte de la GRAN CORRUPCIÓN.

Anónimo dijo...

FÉLIX MILLET Y JAVIER DE LA ROSA.
CASO PALAU DE LA MÚSICA VS. CASO CONSORCIO DE LA ZONA FRANCA DE BARCELONA.

Rafael del Barco Carreras

24-06-10. Ayer contemplando el ramillete de fotografías publicadas en e-noticies incidí en la similitud y encuentro entre los dos casos. La jet set del Palau, dice el título, lo bueno y mejor de la burguesía catalana en los órganos de control, traducido del catalán.





Han pasado 30 años y !siempre los mismos! Y entonces como ahora los responsables del comité ejecutivo (órganos de control) se disponen a salir sanos y salvos, de hecho continúan. Otro ente civil o público, al igual que en el Consorcio, con su comité ejecutivo (órganos de control) al que por el momento nadie cita oficialmente. Ya tienen a Millet y Montull, y máxime los tiros apuntan a segundones del Ayuntamiento y Generalitat. Son una especie de impunes jerarcas del Régimen a los que ni a jueces o fiscales se les ocurre pedir responsabilidades civiles subsidiarias por acción u omisión, o !encubrimiento!. Citar a Samaranch (cuando aun vivía y muy activo) o a Narcís Serra, sería una inutilidad o el ¿traslado del juez o fiscal?, lo mismo con Marta Ferrusola, o sea, Jordi Pujol. Y tienen tanta experiencia en desfalcos, y !tanto capital! para embargar, que me cuesta creer que durante treinta años vieran pasar dinero ante sus narices sin tender la telaraña de sus intereses. De hecho, y de ahí el actual rifirrafe entre el PSE y CIU, la tendieron.

Conocían a Millet desde antes del Palau, y sabían se trataba de otro Javier de la Rosa, quizá menos histriónico y más moderado. Sin escrúpulos y repartidores. Y si sobre De la Rosa conocían su actuación en el Consorcio y se cobraron su silencio y salvación hasta quebrar el Banco Garriga y Nogués, o incluso KIO-Torras y Gran Tibidabo, ¿dejarían que Millet robara durante 30 años sin cobrarle el raquet o impuesto mafioso o participar? Por el momento se sabe que fue generoso en sus repartos, y nadie es tan pródigo si no le reporta como mínimo tranquilidad e impunidad.

Se impone un repaso de las vidas y milagros de quienes hace 30 años encontramos en el Ayuntamiento de Narcís Serra o Consorcio de la Zona Franca de Barcelona, y gozaron ellos o sus grupos políticos del dinero de Javier (ver en “Barcelona, 30 años de corrupción” publicado en www.lagrancorrupcion.blogspot.com donde además añado los currículums) por el mismo tiempo que Felix Millet, después de salir de la cárcel por el caso Renta Catalana (una considerable estafa muy comentada y afectando a esa jet set de Barcelona que !oh casualidad! afectó al Banco Garriga Nogués y a la Banca Catalana) se hace cargo de la administración del Palau de la Música. “Lo sabía el TODO Barcelona”. ¿Quién propuso para el cargo al entonces ya muy conocido Millet?

Es evidente que los currículums de Marta Ferrusola-Jordi Pujol, Samaranch y Narcís Serra son innecesarios aunque los oficiales y publicados, tan edulcorados y maquillados, deberían ser revisados.

Quizá hasta el incendio del Liceo (tan cercano en nombres y actividad al Palau) tenga algo que ver como sospechan varios malpensados. Créditos, presupuestos, subvenciones, dinero. En Barcelona se han repetido los incendios a cines y viejas salas de espectáculos.