lunes, diciembre 29, 2008

Los No-Muertos; Vampiros en Catalunya



Hoy ya hay en Catalunya un ámbito más en el que el monoligüismo se ha impuesto y la neutralidad institucional que garantizaría la igualdad ha sido despreciada. El “Pacte per a la Immigració” demuestra el desprecio del nacionalismo a las libertades individuales, y lo más importante, la libertad a ser como uno quiera, a darse y permitirse uno a sí mismo la propia identidad. Para estos campeones de la identidad, la identidad de los que somos la mitad de los catalanes, la que no es la suya, es un estorbo y les importamos poco.

Montilla ha declarado; "Queremos que nos respeten, que conozcan quiénes somos, cómo somos y qué somos, que conozcan y respeten nuestra lengua, costumbres y tradiciones". Habla en nombre de todos, pero sólo se refiere a una cultura, a una identidad, a la que le es dado defender. Los demás no existimos estamos excluidos. Hay catalanes que en cuanto catalanes, no tenemos “identidad” ni lengua. Somos como los vampiros de las viejas películas, no tenemos alma (unos “desalmados”) nuestro aliento es frío, y nuestra imagen no se ve reflejada en los espejos, por lo menos en esos espejos modernos que son las instituciones, los políticos o las televisiones y radios catalanas.

En este mundo de vivos sobramos. Molestamos. Cuando por casualidad se nos ve, el pánico se extiende, y todos los encargados de guardar nuestras almas, políticos y periodistas corren raudos a negarnos. Sólo fue un espejismo, una pesadilla, quizá del pasado, los muertos en vida. O también los no-muertos. Los no-integrados, que necesitamos la estaca de la “normalització” para pasar a descansar en paz, para dejarles descansar en paz. Si una noche, alguien oye un ruido, es mejor no mirar, o no dejar de mirar TV3, lo que uno se podría encontrar es horrible...que los vampiros existimos, y estamos mezclados con los vivos. Tan mezclados que hay incluso quien dice, que el mismísimo President es uno de ellos, por ello no suele sonreír, y procura hablar poco...podrían delatarle los colmillos.

miércoles, diciembre 24, 2008

¿Esto es la multiculturalidad?; "La integración de todos en una cultura única".

Lo más grave del reciente “Pacte per a la Immigració” es sin duda que posterga las difíciles circunstancias de las personas recién llegadas, las que en peor situación están y las que con más problemas se encuentran en nuestra sociedad, para sumarles uno más, por el bien del ideal patriótico homogenizador de algunos.

La consellera de Acció Social i Ciutadania, Carme Capdevila ha declarado que la lengua de acogida "no puede ser otra" que el catalán. Qué le importa a ella si el inmigrante vive en un barrio donde todo el mundo se expresa básicamente en castellano, qué le importa si va a necesitar esta lengua para “integrarse”. “Integrarse” realmente, allá donde la gente se integra, en su barrio, en su pueblo, y no en la “Catalunya ficticia" de los políticos. Que se ponga este recién llegado primero a estudiar la “llengua d'integració” a la Patria, y las dificultades reales de integración, el cacao mental de la persona, la que ríe, llora y sufre, su sentimiento de impotencia, todo eso...¡pues no haber venido!

La conformación de un equipo de “inspectores de catalanidad” que al parecer es la fórmula escogida, donde lo que se le valora a alguien es si lleva bien calada la barretina, donde lo valorado son méritos culturales y no cívicos, va a poner a Catalunya a la cabeza del conservadurismo reaccionario de Europa.

Carme Capdevila asegura para justificarse que la gente "quiere vivir en una sociedad diversa, no en una diversidad de sociedades". Frase que oculta un trasfondo de aborrecimiento a la diversidad (la auténtica, la que es libremente escogida y no la anecdótica del beber té y comer couscous en festejos mediáticos) cuando no directamente una mal disimulada xenofobia. Y eso se pone bien a las claras con otra de sus frases, según la consellera lo que nos propone el pacto es "la integración de todos en una cultura única". Esa es la tolerancia cultural de nuestros dirigentes, ese el verdadero amor a la diversidad cultural, eso es lo que cree el nacionalismo en la multiculturalidad. No quiero ni pensar lo que hubiese temblado la tierra (y con razón) si a alguien de Madrid se le hubiese escuchado una frase parecida.

lunes, diciembre 22, 2008

La anulación de la diversidad (revisited)

Al respecto del nuevo "Pacte per a la Immigració" creo muy pertinente volver a colgar algo que ya dejé escrito en otra ocasión, visto desde esa perspectiva, queda confirmada y al desnudo su total veracidad;

Si nacionalismo de verdad defendiese las diferencias no procuraría, como hace, aplastar sus propias diferencias interiores.

Lo que busca el nacionalismo es homogenizar su sociedad, impedir la pluralidad y las diferencias. Permitir sólo las diferencias homologadas. Diferencias siempre respecto al exterior, del que se intenta impermeabilizar.

Para el nacionalismo la diferencia dentro de la propia sociedad, o Nación, está proscrita.

sábado, diciembre 20, 2008

Defender tu lengua es atacar al catalán.

Criminalizar la disidencia se vuelve ya en algo tan habitual, que hasta se nos pasa por alto. Por ejemplo en las declaraciones de ayer de Montilla donde se pone a cualquier defensa del castellano en el mismo saco;

"No podemos admitir que la lengua propia de Cataluña sea objeto de ataques, de menosprecio o de negación por parte de aquellos que, con la excusa de defender la lengua común de cuarenta o cuatrocientos millones, querrían arrinconar el catalán en al ámbito meramente doméstico de unos pocos millones de hablantes"

Defender el castellano no significa atacar al catalán, como se pretende transmitir. Defender el castellano, defender simplemente su uso por parte de los catalanes que lo tenemos como propio, defender su reconocimiento institucional en igualdad, no es atacar nada. ¿O defender el catalán es atacar el castellano?.

Y no deja de ser curioso lo ridículo del victimismo lingüístico, pero cuando uno no mide sus palabras la cosa se hace tan palpable y esperpéntica que parece que Montilla esté hablando sarcásticamente; "querrían arrinconar el catalán en al ámbito meramente doméstico de unos pocos millones de hablantes".

Menudo rincón éste, en el que caben millones de hablantes. Quien aquí está menospreciando al catalán es usted, señor Montilla.

viernes, diciembre 19, 2008

Pacto para que los inmigrantes no molesten en la "Construcció Nacional"

Se ha firmado hoy el "Pacte per a la immigració". Dicho pacto, o "contrato de integración" propone unas medidas que tacharíamos de ultra-conservadoras si se tomasen en cualquier país europeo, pero que aquí se acatan con silencio.

El pacto extiende el concepto de "lengua vehicular" que servía para la exclusión del castellano en la educación, a la acogida y regularización de inmigrantes. No se trata de proteger los derechos de las personas sino de utilizar la inmigración para los fines del nacionalismo. ¿Qué impota sumarles dificultades a esos "extranjeros" que explotamos y que en tan precaria situación están, si con ello nos acercamos más a la "Catalunya catalana" soñada?. Lo primero la
Nació, entendida como "una nació, una cultura, una llengua" y después ya veremos.

Montilla lo ha dejado muy claro, ya sólo habla de "nuestra lengua":
"Queremos que nos respeten, que conozcan quiénes somos, cómo somos y qué somos, que conozcan y respeten nuestra lengua, costumbres y tradiciones". Aunque en realidad no pide respeto, sino asimilación. Lo que se quiere es que el inmigrante se uniformice, adquiera la única lengua, costumbres y tradiciones que el régimen considera legítimas.

Otro de los efectos que se buscan es intentar dificultar al máximo la llegada de inmigrantes hispanoamericanos, lo que va en la línea que denunciaba Francesc Moreno en "Musulmans abans que castellanoparlants", la línea de Pujol, o Heribert Barrera.
Con la excusa de la "integració", se intenta precisamente impedir la llegada de aquellos inmigrantes que, por afinidad cultural, más fácilmente se integran en Catalunya.

La inmigración latinoamericana, elegirá siempre otras zonas de España, pues ya conoce el idioma, mientras que inmigrantes de culturas más exóticas les será relativamente igual tener que aprender una u otra lengua, después de todo ambas les son ajenas.

El problema que tiene el nacionalismo, con esta inmigración hispana, es que, aunque estos son los primeros que alcanzan la comprensión del catalán, relativamente en muy poco tiempo, en la práctica no lo hablan, o lo hacen muy poco. Y claro mejor un chino, que balbucee el catalán y no entienda el castellano, (El 34,4% de los chinos residentes en Catalunya entienden el catalán pero sólo el 26,3% conoce el castellano) que no un argentino, que se pueda expresar en catalán pero que lo haga en castellano.





miércoles, diciembre 17, 2008

No-Nacionalismo en una frase.

Si se tuviese que explicar en una sola frase lo que es el no-nacionalismo a alguno de aquellos nacionalistas que niegan que pueda existir tal cosa, quizá una buena forma sería:

Es aquella ideología que antepone la ciudadanía y la residencia a la etnicidad y el origen.

El nacionalismo, obviamente, invierte esos términos.

viernes, diciembre 12, 2008

Musulmans abans que castellanoparlants


texto de Francesc Moreno

Emulant Franco, que no va tenir objecció que la seva Guàrdia Mora entrés en “la catòlica Espanya” per combatre a rojos i separatistes, la dreta catalana, per boca de Pujol i Barrera, ha sentenciat: “Catalunya abans musulmana que llatinoamericana”. Perquè no sé si saben vostès que allò que caracteritza la cultura catalana, no són ni les arrels cristianes, que en altres ocasions ha reivindicat Pujol, ni els valors occidentals de democràcia, igualtat, llibertat i tolerància, ni qualsevol altre signe d'identitat que no sigui la llengua. És català qui parla català encara que sigui musulmà, practiqui la poligàmia o l'ablació o obligui a les dones a caminar tres passos per darrere i cobertes amb burka, ja sigui blanc, negre o groc. Tot menys que parli castellà. La raó és molt simple, els musulmans o els budistes ja siguin asiàtics o africans, s'adapten directament a la llengua catalana, mentre que els llatinoamericans, en expressar-se en castellà, són més difícils d'assimilar lingüísticament, encara que la seva cultura sigui en tota la resta molt propera a la nostra. Conclusió: no volem llatins. Encara que Mèxic, Cuba, Veneçuela, Costa Rica, o d’altres països llatinoamericans hagin estat terra d'acollida de moltíssims catalans en els difícils moments de l'emigració política o econòmica. Millor el paquistanès agraït que Vargas Llosa.

Perdonin , però amb el màxim respecte per tothom, no comparteixo aquestes idees. Jo si he d'emigrar aniré abans, si puc, a Mèxic o Perú que a Pakistan o la Xina. En justa correspondència, si puc escollir, em sento més proper als llatinoamericans que a d’altres ciutadans del món (excloem els europeus que són estrangers però no es consideren immigrants i sembla que la seva presència no preocupa, encara que també són més difícils d'assimilar lingüísticament que els provinents d'Àsia o Àfrica).

No m'estranya que alguns partits siguin poc inclinats a facilitar el vot dels immigrants. Saben que obtindran pocs vots d'aquest col·lectiu per heterogeni que sigui. El que està en perill no és Catalunya sinó l’hegemonia política i ideològica de determinades elits socials.

La llengua també és una excusa. Obama, ara tan reivindicat, no només no ha criticat la immigració llatinoamericana, també als EUA més poc inclinada a abandonar la seva llengua, sinó que ha fet una campanya específica en castellà. Clar que potser algun blanc anglosaxó també haurà cridat "botifler".

Fuente: eldebat.cat

jueves, diciembre 11, 2008

Ocupar el lugar del amor a la Humanidad.


Se dice que fue el Abad Augustin Barruel (1741-1820) el primero en acuñar el término "Nacionalismo". Lo introdujo en su critica a los revolucionarios, para quienes el término "Nación" era, más que nada, usado como oposición a monarquía y no tenía el sentido que le daría después el Romanticismo. Pero el "nacionalismo" tiene ya para él connotaciones que nos resultan hoy familiares.

"En el mismo momento en el que los hombres se unieron en naciones dejaron de reconocerse unos a otros con un nombre común. El nacionalismo o amor a la nación ocupó el lugar del amor a la humanidad en general"

miércoles, diciembre 03, 2008

Nacionalismo ofensivo y Nacionalismo defensivo.

Un importante avance para que llegase a la gente con claridad lo que supone el no-nacionalismo sería que emergiese un nacionalismo español (por supuesto democrático) y sobretodo, declarado.

Claro que ello es muy difícil, dada la situación política hoy, pues a los grandes partidos nacionales (PP y PSOE) les sale más a cuenta la ambigüedad, que puestos a hacer les permite en cualquier momento defender una tesis junto a otra incompatible, o una cosa aquí y otra allá. Más les vale sugerir, de forma que el simpatizante con tendencia españolista siempre verá a su partido como defendiendo sus tesis, aún cuando hagan lo contrario, que siempre puede ser justificado por negación de la evidencia, por creer que las cosas no son lo que parecen o por necesidad práctica del momento. Del mismo modo les podrá votar el nacionalista periférico más moderado (aunque de estos, me temo, cada vez les van quedando menos, pues se van sumando al nacionalismo explícito de los partidos que llamamos "nacionalistas", o les podrá votar una mayoría (presumo) de nacionalismo español tibio o inexistente, un no-nacionalismo, qué se habría de matizar, no siempre es consistente.

Se necesitaría para ello, además, que los políticos que tenemos fuesen a la par de sinceros, valientes, para explicitar sus posiciones y alejarse de ese españolismo acomplejado, que al contrario que todo nacionalismo, en vez de hacer exaltación de sí mismo,en vez de mostrarse, de exhibirse, se esconde y avergüenza de sí mismo. Como el puritano ante los malos pensamientos, que tenerlos los tiene, pero se los niega y se autoflagela por ello.

No se me entienda mal. No niego con eso de que emerja un españolismo democrático que el españolismo ya exista. Incluso que se den muestras claras muchas veces de él. Lo que sucede es que está en un ciclo muy diferente al que encontramos a los nacionalismos periféricos. El nacionalismo periférico es, hoy día un "nacionalismo ofensivo" (lo cual no quiere decir que siempre lo haya sido ni que pueda dejar de serlo). Con "nacionalismo ofensivo" me refiero a que está en fase expansiva, activa (y activista). Busca ganar terreno.

Por contra, el nacionalismo español está hoy en fase defensiva, es un "nacionalismo defensivo" que básicamente lo que pretende es defender las posiciones ganadas. Sean cuales sean. Pero no se atreve, por miedo a ser etiquetados de reaccionarios o "franquistas" (la dictadura significó para el españolismo una etapa de "nacionalismo ofensivo") a intentar "ganar posiciones". Es un nacionalismo, en la inmensa mayoría de los casos, conformista.

Con ello no entro en valoraciones desde el punto de vista del "no-nacionalismo" (o postnacionalismo). Quiero decir que una reclamación concreta del "nacionalismo ofensivo" puede ser, desde el punto de vista del no-nacionalista, completamente justificada (por ejemplo la defensa del catalán en aquellos ámbitos en los que continúa minorizado) al igual que puede estarlo un amurallamiento del "nacionalismo defensivo" (por ejemplo la defensa de una subsistencia del castellano en las educación).

Con esta diferenciación no quiero dar a entender que se trata de una distinción "absoluta". Simplemente de una consideración a grandes rasgos que creo diferencia como se comportan hoy el españolismo y el nacionalismo periférico, y repito que no hay necesidad en ello y que siempre estamos expuestos a un giro de la tortilla en cuanto una de las posiciones gane o pierda confianza (o tenga más o menos que perder), . Por supuesto hay nacionalismo español ofensivo (y desacomplejado por ejemplo en grupúsculos ultras) incluso en algunas actitudes de PSOE o PP. Y por supuesto hay ocasiones (y grupos sociales) en que el nacionalismo periférico toma la forma de un "nacionalismo defensivo". Pero son casos más excepcionales.

La función del no-nacionalismo debiera ser siempre desenmascarar unos y otros, y desacomplejadamente defender las posturas que señala la neutralidad, la laicidad identitaria, aunque para ello se coincida con una u otra postura, en cada caso concreto. Pero señalando siempre cual es su objetivo final, la consecución de unas instituciones equitativas, postnacionales. Que es lícito que una postura gane terreno (sea ofensiva) cuando está en un aspecto infra-representada. Pero sólo hasta conseguir la igualdad en ese aspecto, y nunca aprovechando una posición de fuerza, para conseguir un ventajismo a todas luces injusto para cualquiera que de verdad se considere ecuánime.