Sí, señor Ibarretxe. Sí divide quien pregunta.
Porque si una sociedad hay diversas afinidades sentimentales, preguntar para elegir o la una o la otra, asumir que no son lícitas ambas, es dividir. En una sociedad como la suya, proponer una alternativa en la que o se llevan toda la razón el 49% o se la lleva el 51%, pero sin posturas intermedias, es dividir.
O blanco o negro, o tú o yo. Eso es dividir.
El buen padre parte la tarta para los dos hijos, no la sortea o se la da entera al mayor. Si se quiere la convivencia se requieren medidas intermedias, el Estado de la autonomías era una propuesta así, que se alejaba del centralismo pero sin caer en la separación total. Hay otras posiblidades, pero no pueden ser para contentar sólo a la mitad (si es que llegan) de la población. Es la falacia del falso dilema, no hay sólo dos posibles alternativas, hay miles.
Por algo los Referendums son las únicas formas de votación del pueblo que también ejercen las dictaduras. Porque acaban con la pluralidad y la diversidad, acaban con los medios tonos, acaban con el acuerdo social. Es muy fácil plantear dilemas en los que uno siempre acaba ganando.
Señor Ibarretxe, no olvide una cosa. Su Pueblo, es todo su Pueblo, no sólo el que le vota a usted.
Porque si una sociedad hay diversas afinidades sentimentales, preguntar para elegir o la una o la otra, asumir que no son lícitas ambas, es dividir. En una sociedad como la suya, proponer una alternativa en la que o se llevan toda la razón el 49% o se la lleva el 51%, pero sin posturas intermedias, es dividir.
O blanco o negro, o tú o yo. Eso es dividir.
El buen padre parte la tarta para los dos hijos, no la sortea o se la da entera al mayor. Si se quiere la convivencia se requieren medidas intermedias, el Estado de la autonomías era una propuesta así, que se alejaba del centralismo pero sin caer en la separación total. Hay otras posiblidades, pero no pueden ser para contentar sólo a la mitad (si es que llegan) de la población. Es la falacia del falso dilema, no hay sólo dos posibles alternativas, hay miles.
Por algo los Referendums son las únicas formas de votación del pueblo que también ejercen las dictaduras. Porque acaban con la pluralidad y la diversidad, acaban con los medios tonos, acaban con el acuerdo social. Es muy fácil plantear dilemas en los que uno siempre acaba ganando.
Señor Ibarretxe, no olvide una cosa. Su Pueblo, es todo su Pueblo, no sólo el que le vota a usted.