jueves, mayo 29, 2008

¿Qué pone en peligro la "Cohesión" en Catalunya?

La mayor objeción que se da contra la libertad de los padres de elegir la lengua vehicular en que se educan sus hijos es el de la “cohesión” de Catalunya. Se dice que una medida así causaría una “fractura social”.

No pasaré a exponer lo ridículo de este argumento. Primero porque, que yo sepa, las diferentes alternativas propuestas no hablan de una separación de los alumnos en función de su lengua, sino de un modelo de confluencia. Después porque lo que sería inadmisible es que las elecciones personales de unos ciudadanos, que sólo les afectan a ellos, irritasen tanto a otros (a los que no les afecta) que se pusiese en riesgo la cohesión del país. Esto lo que nos mostraría es la intolerancia de estos últimos, y que el problema no está en los que ejercen su libertad, sino en aquellos a los que molesta que otros la ejerzan, y tendríamos que averiguar cuál es la causa de esa intolerancia y en su caso ponerle remedio.


Pero claro yo me temo que la causa misma de esa intransigencia está en los mismos políticos que nos alertan sobre el peligro de “fractura” social. El uso de este argumento es igual de legítimo que el de aquel que defienda la obligatoriedad de la educación católica para todos los alumnos, (…o la supresión de las diferentes asignaturas optativas o la eliminación de la libertad de elegir entre Bachillerato y Formación Profesional) para así no provocar una “fractura social“…me parece que esta teoría deben creerla sólo unos sujetos extraños que durante toda su vida sólo se han relacionado con sus compañeros de clase, si no, no tiene explicación.

Pero al parecer proponer un Referendum de autodeterminación en cambio, no pone para nada en peligro la cohesión de nuestra sociedad. Y aún a sabiendas que es mayoría quién está en contra de la independencia en Catalunya (es decir que no serviría para nada más que para fracturar a la sociedad en este aspecto) y que en un futuro a medio-largo plazo no es predecible que la división de opiniones en este tema deje de existir. División de opiniones y diferencias que no pueden ser más extremas entre la población catalana y además, cuando el tema se toca, defendidas más furibundamente. (El mismo Artur Mas alertaba en TVE, cosa que calla en otros medios más cercanos, del peligro de fractura si se producía un referéndum sin tener al menos el apoyo de dos terceras partes de la población, límite en Catalunya, claramente imposible de alcanzar por el independentismo)

Concluyendo, nos encontramos con que el argumento de la “cohesión” del país sirve para anular libertades individuales (y alguna tan básica como la de no ser discriminado en función de la lengua propia) y sin embargo no sirve para contrariar unas supuestas libertades colectivas, que no son más que la voluntad de una parte (pequeña pero política y mediáticamente poderosa) de ese colectivo y no de todos y cada uno (porque digo yo que todos, y no sólo ellos, somos Catalunya).

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martes, mayo 27, 2008

"Cohesión" y Libertades

Lo que se objeta para negar la libertad de los padres a elegir la lengua vehicular en que se educan sus hijos es el peligro de romper la “cohesión” de Catalunya. Se dice que una medida así causaría una “fractura social”.

En cambio un Referendum por la independencia no pone en peligro la cohesión de Catalunya aunque la división de opiniones en este tema sea tan radical. División de opiniones y diferencias que no pueden ser más extremas entre la población catalana.

El argumento de la “cohesión” del país sirve para anular libertades individuales y sin embargo no sirve para contrariar unas supuestas libertades colectivas, que no son más que la voluntad de una parte de ese colectivo .

viernes, mayo 23, 2008

Piden el cese del Consejero vasco Campos (PNV)

Sobre la involución del sistema educativo en el País Vasco informa El País (21-05-2008):

Las declaraciones del consejero de Educación, Tontxu Campos, el pasado lunes en el Parlamento reconociendo que los alumnos escolarizados en euskera carecen de recursos para enfrentarse a los exámenes de la prueba internacional PISA en la lengua vasca y que rinden mejor en su idioma materno, el castellano, ha destapado la caja de los truenos.

Desde la Plataforma por la Libertad de Elección Lingüística entienden que:

...no se puede admitir que el consejero reconozca que la lengua materna es la mejor vía para adquirir competencias para la vida y el mejor camino para demostrarlas y "se saque de la manga un decreto que impide a los alumnos que tienen de lengua materna el castellano, poder adquirir esas competencias y destrezas en su idioma familiar".

(...)

La Plataforma tildó de "estafador" al consejero por defender que los alumnos expresan mejor sus competencias en su idioma materno y, sin embargo, fuerza una reforma para relegar al castellano (la lengua materna del 80% de la población en Euskadi). "Reflejan el cinismo, la incoherencia y la imposición con las que el Departamento de Educación del Gobierno está actuando en los últimos tiempos".

martes, mayo 20, 2008

No existís. Integraros.

Me sorprende alguna objeción que se me ha hecho sobre lo que comentaba en el último post. Lo comento porque es muy indicativo sobre lo que la “cosmovisión” nacionalista ha logrado introyectarnos a base de bombardeos ideológicos.

En concreto sobre la posibilidad de existencia de una comunidad (grupo decía yo) castellano-parlante en Catalunya. Al parecer esta comunidad no existe, pues los castellano-parlantes no vivimos formando un colectivo aparte sino fusionados en una misma sociedad con catalano-parlantes, o sea, no hay dicha comunidad sino individuos concretos que hablan castellano.

La paradoja está en que sí se habla de la comunidad “catalana” que tiene como lengua propia el catalán. pero claro, con los mismos presupuestos esta comunidad tampoco existe, pues igual de diseminados en la sociedad estamos los catano-parlantes que los castellano-parlantes.

La cuestión es entonces, por qué parece tan chocante hablar de “comunidad” castellano-parlante catalana y es tan habitual hablar de “comunidad” catalano-parlante.

El motivo es el más grave atropello (junto al de la “inmersió”) que el nacionalismo esta cometiendo contra los ciudadanos “castellano-parlantes”. Es la negación tácita de nuestra existencia. Esta negación es continua y sistemática, y como muchas veces es implícita, nos deja en la indefensión, y aún peor, a muchos nos pasa inadvertida en el día a día. Y es la más feroz arma que el nacionalismo ejercita para la limpieza cultural de Catalunya.

Esta negación es tan continuada que está, implícita en casi la totalidad de afirmaciones identitarias que se formulan hoy desde el nacionalismo. Desde luego cuando se dice que “La lengua propia de Catalunya es el catalán” (o aún peor, “de los catalanes”) o simplemente se habla de “la nostra cultura”, “la nostra identitat”, etc. Como si cultura o identidad en Catalunya sólo hubiera una (en pensamiento quizá, si que estamos cerca de que sea “único”).

Con este ejercicio, de un sólo golpe e imponiéndonos una premisa que no se pone en cuestión, se da como cierto y no expuesto a discusión que cultura y lengua catalana hay una, y el resto no somos catalanes, somos extranjeros que se han de “integrar”, es decir han de peder su identidad propia, su cultura, y disolverse en la uniformidad, acabando con la diversidad real.

sábado, mayo 17, 2008

¡Atención!; Catalunya se rompe.

Es una evidencia que términos como "identidad colectiva" o "voluntad de un pueblo" o en su caso "Nación" (usado en sentido de pre-existencia de un Pueblo más allá de la realidad administrastivo-jurídica aprobada) no son más que estratagemas de sólo una parte de esa colectividad para limitar los derechos individuales (o anular su identidad diferenciada) de otra parte del colectivo que lo conforma.

Es un recurso que utilizó el nacionalismo español en el pasado y que utiliza el nacionalismo catalán hoy.

La prueba está en que, a pesar de la importancia que se le da a estos grupos o "entidades colectivas" reconocibles por unos "hechos diferenciales" que les definen, son incapaces de reconocer otros grupos dentro de sí mismas.

Así en Catalunya no sólo se niega la existencia (partiendo de estos presupuestos comunitaristas) de ciertos derechos individuales que servirían de defensa de la especificidad del ciudadano castellano-parlante, sino que se niega a estos el derecho a reclamarse también como grupo con un "hecho diferencial propio", como debería asumirse bajo los mismos presupuestos donde se apoya el nacionalismo, de la identidad de los castellano-parlante.

Y el argumento que se da contra esta posibilidad es precisamente el mismo que daba el franquismo para defenderse de las reclamaciones identitarias; Va contra la "convivencia", vamos que "se rompe Catalunya".

Si un Pueblo es tan intolerante que es incapaz de aceptar y hacer suyas las diferencias (tan pequeñas) cultural-lingüísticas de sus ciudadanos, es que es un Pueblo que no merece la pena, que no merece serlo.

miércoles, mayo 07, 2008

"Asimilacionismo" lingüístico en la Catalunya de hoy.

El texto que transcribo a continuación es un texto académico, muy descriptivo del funcionamiento socio-político en sociedades plurales, que podía (y puede) ser leído desde la óptica "catalanista" en tiempos pasados, pero que leído en clave interna en la Catalunya de hoy, y aplicado a la situación del castellano, coge un curioso sentido inaceptable para aquellos nacionalistas despistados que en un primer momento lo aplaudirían.

"En líneas generales podemos decir que una sociedad multicultural es aquélla en cuyo seno existen grupos que se distinguen entre sí sobre la base de criterios con gran fuerza social divisoria, como son los criterios de pertenencia etno-raciales, etno-nacionales, religiosos y/o lingüísticos. Normalmente, en toda sociedad con estas características hay un grupo dominante, que suele ser el que posee las mayores cuotas de poder político y económico. En estas sociedades suele haber una tendencia a reducir o eliminar la diferencia cultural que representan los grupos minoritarios o menos poderosos. De hecho, precisamente es percibida como tal diferencia sólo desde la óptica de la “cultura dominante” al compararla con las características de ésta.


Dentro de las opciones de reducción o eliminación de la diferencia cultural, la eliminación física de algunos grupos –conocida como limpieza étnica- es un caso extremo abominable.
Cuando el exterminio no es la opción, en algunas sociedades se opta por la expulsión. Pero son mucho más frecuentes, aparte de mucho más eficaces a largo plazo y más correctos moral y políticamente hablando, otros procesos más sutiles para eliminar o reducir las diferencias culturales. Estos procesos son muy diversos, pero podemos agruparlos bajo el nombre de “asimilacionismo”.

Podemos definir el asimilacionismo como un paradigma, un sistema de pensamiento y de acción política basado en la creencia de que hay un código cultural, el que sostiene el grupo dominante y/o mayoritario, que es socialmente –e incluso moralmente- superior a los demás, o dicho de otro modo, la creencia de que existe una forma de hacer las cosas, de organizar la vida, que es la más correcta, adecuada y conveniente para el conjunto de la sociedad. A partir de esa creencia fundacional –no necesariamente formulada de manera explícita-, el asimilacionismo se traduce en políticas, programas y medidas de intervención en todos los ámbitos de la sociedad, especialmente en los que más relación tienen con la reproducción ideológica de la misma, como es la educación. Todas esas acciones persiguen un mismo objetivo, a saber, lograr que quienes son diferentes respecto a la mayoría dominante - diferentes según un criterio etno-racial, etno-nacional, religioso o lingüístico- dejen de serlo o lo sean menos, aproximándose a las formas culturales de la mayoría dominante, asimilándose a ella. Estas acciones asimiladoras suelen ir dirigidas hacia los grupos étnicos aborígenes (por ejemplo, los indios nativos de Norteamérica), los grupos de inmigrantes (por ejemplo, los turcos en Alemania o los argelinos en Francia), o los grupos étnicos minoritarios “tradicionales” en un territorio estatal (por ejemplo, los gitanos en España).

Como tal paradigma, no necesita ser verbalizado continuamente, ni mucha articulación o argumentaciones complejas para hacerse imponer. Simplemente penetra en todas las esferas de la vida social y, por supuesto, en la mente de los actores sociales. Históricamente, en las sociedades multiculturales –recordemos que todas lo han sido, en mayor o menor grado- han tenido lugar este tipo de procesos asimilacionistas. Bien por inercias estructurales no intencionadas, que derivan del funcionamiento general de la misma sociedad o de la posición del grupo dominante en ella, o bien por estrategias planificadas por parte de éste, lo cierto es que el asimilacionismo –como discurso y como práctica política- ha sido la primera acción “natural” que el cuerpo social dominante ha ejercido ante la multiculturalidad."


(El texto pertenece a Sobre el significado y los usos de los conceptos de “interculturalidad” y “multiculturalidad” del profesor de la Universidad de Almería, Rafael Pulido Moyano. Los subrayados son míos)